Ajo
Picante, gustoso, aromático y distintivo. Todo el poder del sabor concentrado en un pequeño vegetal. El ajo es sinónimo de presencia y empuje en todos nuestros platos.
Ese sencillo toque que conquista hasta los más exigentes paladares. Es provocativo, es interesante, es tentador. Sus inigualables cualidades hacen de él un elemento obligatorio en absolutamente toda cocina.
La versatilidad es otra de sus virtudes. Además podemos obtener variados sabores utilizándolo de diferentes modos. Picante y robusto al picarlo crudo, o bien, dulce y campestre cuando lo cocinamos. También es muy fácil de combinar con cualquier tipo de alimentos.
Ya sea junto con carnes, vegetales, panes, en salsas, guisos, sopas o salteados, el ajo será ese empuje motivacional que hará resaltar a todos los demás ingredientes.
Nos encanta raspar tostadas con su aromática superficie y coronar finalmente con unas gotas de aceite de oliva y una pizca de orégano. Una opción tan sencilla como infalible para un delicioso tentempié.
Conservación
Recomendamos conservar el ajo en la heladera, sin separar sus dientes de toda la cabeza durante alrededor de 3 semanas.
Nutrición
- Excelente propiedades anti-bacterianas. Estimula el sistema inmunológico.
- Aporta Vitaminas B, C y E.
- Rico en Minerales. Potasio, Fósforo, Magnesio, Zinc y Yodo.
Curiosidades: Para eliminar su fuerte aroma de nuestras manos, es correcto utilizar jugo de limón para enjuagarlas sin refregar dejando el agua fluir a través de ellas.